LA HISTORIA

Los mitos mayas

Por fin has llegado, valiente explorador, el templo de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Los gemelos que se convirtieron en sol y luna según las leyendas mayas quiché. En el altar de piedra, iluminado por la cálida luz del sol y sombreado por la luz de la luna, encontrarás lo que has estado buscando. Una pequeña caja incrustada en piedra. Lo levantas lentamente, mirándolo desde todas sus perspectivas. Luego lo oyes crujir y silbar. El rompimiento de piedras y maderas llena el crepúsculo. Cuando te das la vuelta, algo te invade. agua y arena. Los elementos de la muerte y la vida. Rápidamente bajas las escaleras, tratando de escapar de las inundaciones que barren tus pies debajo de tu cuerpo.
Te caes. Tu cráneo golpea contra piedras y madera a la deriva mientras el agua se desplaza por los innumerables pasillos que acabas de atravesar. Ya no puedes respirar, tus ojos no quieren abrirse más.
No oyes nada más que el rugido del agua y no sientes nada más que el choque de los escombros contra tu cuerpo. Pero no te sueltas. La caja. Ella está presionada fuertemente contra tu cuerpo. No viniste hasta Yucatán sólo para perderla en las inundaciones del castigo divino.
Tan rápido como flotaste en el agua oscura, también te encontraste tirado al pie de las escaleras que conducían a la salida. En tus brazos, la caja apretada contra tu pecho. Tosiendo, subes las escaleras hacia el sol, que te recibe con sus cálidos rayos.
En el nivel más alto te sientas y miras la pequeña caja que pudiste salvar del agua.
Miras la caja misteriosa desde todos los lados. Siente los pestillos y mecanismos que te resultan tan extraños. Pero con tu conocimiento, sabes que resolverás el secreto. Y al igual que los gemelos, tú también caminarás por el inframundo para descubrir el secreto de la caja.
Pero ten cuidado. La paz y la modestia abren el camino a través del inframundo.